El Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA) abrió este lunes oficialmente sus puertas al público.
Lo hizo en un ambiente popular, en medio de vendedores ambulantes, falta de agua potable, ambulantaje y hasta posibles acarreados.
En diversos medios se reportó que, en los sanitarios no servía el sensor de movimiento en los inodoros y debía hacerse de forma manual.
Tampoco estaban al 100%, pues en los baños alusivos al Cine Mexicano solo servía la mitad de los sanitarios y de los lavabos y tenían problemas de abasto de agua.
Aunque habían algunos comercios, las que “hicieron su agosto” fueron dos dos mujeres que, en distintos puntos, vendieron tlayudas mexiquenses a los pasajeros y asistentes.
Dado que eran uno de los alimentos más económicos y rápidos, los clientes hicieron largas filas para comprar.
Así como ellas, otros vendedores ambulantes pudieron instalarse, sin restricción alguna, dentro del nuevo Aeropuerto.
Los vendedores ofrecían productos diversos, desde figuras artesanales del Estado de México, hasta sombreros para el sol y mercancía del presidente, como gorras, llaveros y tazas.
La sala de espera VIP “The Grand Lounge Elite”, se adornó con flores y tenía para los primeros pasajeros tacos al pastor y bebidas refrescantes.