Desde hace dos años, la Unidad de Inteligencia Financiera denunció a Carlos Romero Deschamps y a seis de sus familiares, pero la Fiscalía General de la República ni siquiera ha citado a declarar imputados.
Las acusaciones fueron interpuestas por la UIF desde julio de 2019 en contra del ex líder del Sindicato de Petróleos por los delitos de enriquecimiento ilícito y lavado de dinero.
La denuncia también alcanzó a su esposa, Blanca Rosa Durán; a sus hijos Paulina, Alejandro y Juan Carlos Romero Durán y su nuera, María Fernanda Ocejo, esposa de Juan Carlos.
También incluye a Ana Luisa Aguinaco Romero, hijastra de María Esther Romero, hermana del exdirigente petrolero.
En ella, esta instancia reportó depósitos, operaciones con cheques y transferencias a través del Sistema de Pagos Electrónicos Interbancarios realizadas entre los familiares de Romero, sin que se justifique el origen ni destino de ese dinero.
A pesar de estas dos denuncias, la FGR no ha presentado ningún avance de las investigaciones ni ha tomado su declaración a los denunciantes, mientras estos dan muestra en sus redes sociales la opulencia en la que viven, como es el caso de Paulina, quien presume sus viajes alrededor del mundo en un jet privado, mientras que su hermano tiene departamentos en zonas exclusivas de Miami.